SORIA

SORIA (3 días de septiembre)

Nuestro primer destino y parada fue CALATAÑAZOR, antes habíamos parado a comprar pan y algún dulce y a tomar un café en Langa de Duero.

Calle de calatañazor

Calatañazor, está enclavado en medio de un bosque de sabinas milenarias, conserva una arquitectura rural intacta desde la Edad Media, excepto su plaza mayor remodelada de forma desafortunada en los años 70 y que desentona con el resto del pueblo.

Pasear por sus calles empedradas de canto rodado, mirar sus casas con paredes de tapial, barro, paja o manpostería, con sus pesadas puertas protegidas con postigos a media altura y sus originales chimeneas de forma cónica cuyo vértice lo componen varias chapas metálicas para preservar la entrada de nieve en invierno, es trasladarse directamente a esa época.

 CHIMENEAS

Detalle de balcón

Estas calles con soportales están protegidas por un derruido castillo y rodeado por una recia muralla que cubre prácticamente todo su perímetro.

En la plaza mayor además de su rollo o picota encontramos un fósil de grandes dimensiones de hojas y tallos de palmera.

En 1965, Orson Wells rodó la película "Campanadas a media noche".

Calatañazor es uno de esos pueblos encantadores que parecen haberse quedado colgados en el tiempo.

Calatañazor

Continuamos nuestro camino hasta Molinos de Duero, lugar donde nos alojaríamos y desde donde realizaríamos nuestras excursiones el resto de los días del viaje. Nos alojamos en la casa rural "Pinares de soria", casa donde nos encontramos muy cómodos.

Molinos  es un precioso pueblo de la Sierra de Urbión, rodeado de bosques de pinos y agua. Un Duero joven, corre por la villa. Es pequeño pero cuenta con una arquitectura importante de casas señoriales de fábrica de sillares de piedra muy bien labradas. Molinos fue un centro destacado de la Real Cabaña de Carretería.

Molinos desde la casa 

Nuestro destino para pasar la tarde :"La laguna negra", plena Sierra de Urbión y a unos 20 Km. de Molinos.

Dejamos el coche en el aparcamiento, teníamos la opción de haber cogido un autobús que por un módico precio te acerca hasta la misma laguna, pero decidimos subir andando los 3 Km. que separan el aparcamiento del lago. Dimos el paseo alrededor de la laguna de origen glaciar y aguas oscuras. El paisaje y el paseo nos relajó.

De camino a Molinos paseamos por Vinuesa, su casco de calles empedradas y flanqueadas por bellos edificios de casonas indianas bien merece una visita.

Anochecía cuando regresamos a Molinos, al día siguiente nos esperaban las ruinas de Numancia y Soria.

Era sábado y la entrada a Numancia es gratuita pero por 4€ por persona hicimos la visita guiada al recinto y aprendimos o recordamos uno de los episodios más impresionantes de la historia de España y de la dominación romana de la Península Ibérica. La tremenda fuerza del orgullo de unos sitiados que prefirieron morir a ser esclavos de los invasores.

Numancia. Ruinas

En Soria , no nos perdimos S. Juan de Duero, un monasterio templario que cuenta con uno de los claustros mas bellos y conocidos. Un claustro al aire libre en el que llaman la atención los diferentes estilos de arcos que lo forman.

S. JUAN DE DUERO. SORIA

Paseamos por sus calles y tropezamos con el Palacio de los Condes de Gomarra, palacio renacentista, con la iglesia románica de Sto. Domingo y su conjunto de arquivoltas ricamente talladas.

SORIA

Detalle arquivollta Sto. Domingo

Después de comer en el restaurante "Palafox" (buena relación calidad-precio en el menú del día) y haber tomado un café en una terraza, disfrutamos de un tranquilo paseo por la "Alameda de Cervantes", donde las ardillas hacían acopio de los frutos de los árboles.

Ardilla en la Alameda de Cervantes. Soria

De vuelta a Molinos decidimos pasear por el pueblo, recorrimos el camino que va de Molinos a Salduero por la ermita del Sto. Cristo. Un corto recorrido pegado al río de gran belleza que nos acercó hasta este pueblo típico de la sierra muy bien conservado.

De regreso nos acercamos a conocer la "real posada de la mesta", un lugar con un encanto especial, donde el hostelero se ocupa de los clientes aunque sólo sea para tomar un vino, al más mínimo detalle. Nos enseñó la posada y nos permitió jugar una partida de billar en uno de los salones de la posada (precioso lugar).

Llegó el domingo, decimos adios a Molinos de duero. Tenemos previsto recorrer un tramo del Cañón del rio Lobos. De Molinos a Abejar y desde allí por la N-234, llegamos a S. Leonardo de Yague y desde aquí a Ucero, pero antes paramos en el mirador de la Galiana que nos descubre la entrada al cañón.

Mirador de la Galiana. Cañón del Río Lobos

Para entrar en el cañón, pagamos 4€ por coche, con esta entrada también pudimos visitar el Centro de interpretación en Ucero, recientemente remodelado y que bien merece ser visitado.

Del cañón decir que es un lugar de gran belleza.